Al alcanzar los 12 años llega el momento de entrar a formar parte de la Sección Scout.
Es el tiempo de la afirmación de uno mismo; el deseo de aventura se hace más patente, se desarrolla el carácter, las actitudes y la capacidad de vivir en grupo, enriqueciéndose personalmente.
El Escultismo para Muchachos de Baden Powell, constituye el marco simbólico.

En la Sección Scout se trabaja en Patrullas. La vida en Patrulla potencia el compromiso personal. Eligen sus propios líderes y programan las actividades, con apoyo de sus educadores. Los chicos y chicas adquieren así sus propias responsabilidades y aprenden a valorar el trabajo en equipo.
La imaginación deja paso a la sed de aventuras. El contacto directo con la Naturaleza y las destrezas para desenvolverse en el medio natural les permiten ir más allá en la formación de sí mismos y de su personalidad.
A través de las “Especialidades”, los chicos y chicas aprenden destrezas individuales en las áreas que más les motivan, abriendo así el camino de su formación profesional y de sus aficiones.
Aprenden a tomar decisiones por sí mismos y colectivamente. Hacen sus actividades en contacto con la Naturaleza y comienzan a tomar conciencia del servicio a los demás. Aspiran a estar “Siempre listos”.