El 14 de mayo de 1920 se constituía oficialmente en Ferrol el primer Consejo Local de los Exploradores, bajo la presidencia de Emiliano Balás, con Mario Corcuera, José de la Peña, Cayetano Vaello entre otros, como directivos. Ha de tenerse en cuenta, no obstante, que la idea de fundar una «Tropa de Exploradores» la habían tenido dos chicos de 12 y 13 años, respectivamente, a comienzos del mismo año: Salvador Breijo y José Eiroa. Durante el año 1920, la Agrupación ferrolana experimenta un notabilísimo auge en número de componentes, llegando a superar los trescientos, si bien en 1921 se registra una crisis, propiciada por las campañas de África, que sería superada estabilizándose el número de Exploradores en torno a los cien, cifra que mantendrán con mínimas alteraciones hasta su desaparición.
En cuanto a las actividades mantenidas durante esta primera etapa y al margen de reuniones, charlas, marchas y acampadas de trascendencia local, merece la pena reseñar algunas por su importancia e interés en el momento. Así, en agosto de 1924, un grupo de Scouts ingleses (estudiantes de Oxford) visitan a los ferrolanos, en el transcurso de una gira por España.
Tres años más tarde, en enero de 1927, los Exploradores ferrolanos organizan en el teatro Jofre un festival para recaudar fondos en beneficio de los damnificados en el desastre de Cuba, al igual que anteriormente se había realizado en pro de los heridos de África. En diciembre de ese mismo año, el día 7, es inaugurado el nuevo local de los Exploradores en la plaza de Amboage, abandonando la primera sede en la calle San Eugenio, actualmente calle Coruña.
En 1929, agosto- septiembre, 33 jóvenes Exploradores ferrolanos participan en la «Jamboree» de Barcelona, organizada por la Asociación de Exploradores de España, con motivo de la Exposición Internacional que se celebraba en la ciudad condal. A este campamento asistieron más de 2.000 Scouts pertenecientes a catorce países. Será en julio- agosto de 1930 cuando cincuenta componentes de los Exploradores de Ferrol participan en un campamento internacional en Vigo, mientras que en los años 1935- 36 se constatan actividades de ámbito comarcal y la pervivencia a duras penas, debido a la circunstancia de la posterior Guerra Civil.