La última etapa de la educación scout es el Clan Rover, formado por jóvenes a partir de 18 años. Ser rover es vivir intensamente cada paso, tomar las riendas y hacer un proyecto de su propia vida, empeñarse en cambiar el mundo y, sobre todo, creer que es posible.

En Roverismo hacia el éxito de Baden Powell las personas Rovers encuentran su marco simbólico.

Se comprometen colectiva e individualmente en acciones de cambio y se esfuerzan por crecer al tiempo como personas. Elaboran sus propios proyectos personales, se marcan metas y se ayudan mutuamente a madurar y crecer como adultas comprometidas.

Colectivamente, se esfuerzan por hacer suya la máxima scout de “tratar de dejar el mundo en mejores condiciones de cómo lo encontramos”. Son personas jóvenes, comprometidas socialmente, que dinamizan, conciencian y ayudan a las demás con la esperanza de cambiar el mundo.

Las encontraréis trabajando en el barrio, o dinamizando a sus compañeras de clase o de trabajo aunque nadie sepa que son “scouts”.

Su lema es “Servir”.